Así es, puede ser que mis entradas el día de hoy sean calificadas de positivas, por lo menos bajo mi punto de vista.
Como siempre la llegada de visita de mi tía en mi familia, no para de tener efectos positivos, parece ser el motivo por el cual todos nos vemos atraídos por ir a verla, a ver que cuenta, que es de su vida. (Tiene que ver también el hecho de que venga un mes, una vez por año). Y por sobre todas las cosas, no nos vemos obligados, sino que surge de cada uno de nosotros.
Como veras, esta entrada tiene que ver más que nada con algo personal, que como todo últimamente, lo escribo en este blog, ya que lo cotidiano familiarmente es la no apertura a los diálogos sinceros y sin algún tipo de finalidad beneficiosa para alguien. ¿Para qué mierda el texto si hasta el momento no conté nada nuevo no? No... En realidad si, algo cambio y es la noticia/motivo de la entrada.
Por mi parte, luchador contra la corriente incluso, súper partidario de que la familia se parezca al menos de a ratos a una familia, el hecho de comer todos juntos después de años, me lleno de un algo que me hacía explotar de felicidad. Cada uno sentó cabeza y ese capricho de "Yo con el no hablo porque..." se borró. Al menos por ese rato...tengo que ser realista también diciendo que cada uno guarda lo suyo y eso es horrible porque continuamos en un sinfín de entre dichos internos que no se terminan jamás.
Yo, mientras tanto aprovecho ese algo que tengo, que con el correr del tiempo se transforma en virtud. Hablo de observar las cosas, a veces minuciosamente, otras no tanto pero siempre resulta ser lo suficiente para darme cuenta que la familia al menos la nuestra, yo la comparo con las calles de nuestro país es decir, con arreglos provisorios que todos sabemos que a la larga se rompen, pero de mientras andamos.
Mañana nos volvemos a juntar y no me lo voy a perder (vaya a saber uno cuando se vuelve a ver) no sin antes ver algo de matemática materia que espero APROBAR.
Como siempre la llegada de visita de mi tía en mi familia, no para de tener efectos positivos, parece ser el motivo por el cual todos nos vemos atraídos por ir a verla, a ver que cuenta, que es de su vida. (Tiene que ver también el hecho de que venga un mes, una vez por año). Y por sobre todas las cosas, no nos vemos obligados, sino que surge de cada uno de nosotros.
Como veras, esta entrada tiene que ver más que nada con algo personal, que como todo últimamente, lo escribo en este blog, ya que lo cotidiano familiarmente es la no apertura a los diálogos sinceros y sin algún tipo de finalidad beneficiosa para alguien. ¿Para qué mierda el texto si hasta el momento no conté nada nuevo no? No... En realidad si, algo cambio y es la noticia/motivo de la entrada.
Por mi parte, luchador contra la corriente incluso, súper partidario de que la familia se parezca al menos de a ratos a una familia, el hecho de comer todos juntos después de años, me lleno de un algo que me hacía explotar de felicidad. Cada uno sentó cabeza y ese capricho de "Yo con el no hablo porque..." se borró. Al menos por ese rato...tengo que ser realista también diciendo que cada uno guarda lo suyo y eso es horrible porque continuamos en un sinfín de entre dichos internos que no se terminan jamás.
Yo, mientras tanto aprovecho ese algo que tengo, que con el correr del tiempo se transforma en virtud. Hablo de observar las cosas, a veces minuciosamente, otras no tanto pero siempre resulta ser lo suficiente para darme cuenta que la familia al menos la nuestra, yo la comparo con las calles de nuestro país es decir, con arreglos provisorios que todos sabemos que a la larga se rompen, pero de mientras andamos.
Mañana nos volvemos a juntar y no me lo voy a perder (vaya a saber uno cuando se vuelve a ver) no sin antes ver algo de matemática materia que espero APROBAR.
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