28 de octubre de 2011

Algo falta (II)

Me es difícil escribir esta entrada, porque es esa clase de momentos en los que tenés tantas cosas para decir que se atascan todas y no sale ninguna. Por eso voy a intentar ser ordenado para no generar confusiones.

Repito el título de la entrada anterior porque el tema que circula en mi cabeza es el mismo. Supongo que para cualquier persona en mi situación, realidad, edad, etc., sentirse bien con uno mismo es una especie de privilegio. Debe ser así, porque realmente no conozco mucha gente con esa paz interior que te venden los libros de autoayuda. No creo en esas cosas, creo que los problemas se enfrentan y se solucionan. Pero a veces son tan difíciles, tan dolorosos. Quisiera poder ver la luz de la salida ahora, que bajara un ángel mensajero y me dijera que mañana mismo se va a acabar esa parálisis interior tan humillante. Porque esa es la palabra: humillante.

¿Qué clase de persona es consciente de su potencial y no lo aprovecha? Sencillo: aquella persona que NO CREE en su potencial, en su capacidad, en sí misma. Tengo la desgracia de ser hace años parte de ese triste equipo. Siempre el otro va a ver en mí mejores cosas que yo mismo, siempre fue así. Nunca pude volar, llegar a lo que quise, sentirme BIEN. Años, pasan y pesan. Y no me refiero a cuestiones vitales, sino a lo cotidiano. Estar simplemente contento, satisfecho. Las satisfacciones clásicas, las de siempre, nunca llenaron el vacío que dejan otras carencias, otras ausencias. 

Nunca se me ocurrió poner un freno hasta que había pasado mucho tiempo, me gustaría poder detener el reloj y decirme que no me estoy perdiendo nada, pero no soy tan idiota de creer en cuentos de hadas. Uno se va conociendo, sé perfectamente lo que NO soy: nunca fui un tibio, un puritano, un niño ejemplar. Tampoco me interesa ser así porque esa no es mi manera de hacer las cosas. Y como nunca pude hacer honor a ese fuego interior (o eso creo), llegué al punto de caerme mal yo mismo. Increíble, no sabía que eso pudiera ser cierto. 

Esta entrada es plenamente catártica, hace bastante que no escribía así. Hay dos cosas que todavía no he aprendido: a no golpearme y a ser optimista. Hoy, 27 de octubre, no puedo. En realidad, hace años que no puedo. Son momentos grises, no voy a poder sacar nada positivo de todo esto. Sí aprendí algo de algunas situaciones, a "leer" cuando veo cómo voy a reaccionar. Es una bienvenida muestra de que es un desafío importante el que tengo por delante. Incluso para construir lo más simple. Espero que surjan cosas positivas de todo esto porque la paciencia no es infinita.

Me dio risa, una irónica risa, acordarme cuando le decía a mi psicóloga "soy esa clase de pibes que le caen mejor a las madres que a las hijas, pero en el interior sé que puede ser todo lo contrario". Gonzalo dixit.

16 de octubre de 2011

Algo falta

Mis últimas entradas fueron medio escasas, y mayormente destinadas a levantarle a la moral a mi compañero de blog y amigo, pero soy yo el que hoy escribe algunas cositas. Pasé un lindo fin de semana, ayer con mis amigos y hoy con mi vieja. Ayer caímos a un barcito en pleno centro, bien tarde, y nos encontramos con un ambiente muy para turista inglés o irlandés, donde por poco dinero (no voy a dar cifras) podés sacar cerveza y fernet de a 4 litros. Lástima que faltó Santiago, dijimos todos. Justo él que ama la cerveza. Pero de todas formas prometimos volver con más tiempo, más dinero y más ganas de terminar la noche pasados de copas. Hoy con mi vieja y mi hermana fuimos a Caseros y festejamos el Día de la Madre escuchando a Los Pericos, comiendo pamplona uruguaya y tomando un buen trago con mango y leche condensada.

Pero pese a que mis últimas semanas estuvieron muy bien, siempre siento que falta algo. Sabía que la sensación de bienestar que me había invadido semanas atrás no iba a ser eterna, pero hay un vacío que jamás me abandona. Sé que puedo ser optimista, porque las mejores cosas están por venir, pero a veces se me hace difícil. Bueno, ¿quién dijo que iba a ser fácil? Este es un año nuevo, interesante para mí, pero no es EL AÑO. Supongo que la revolución mental en ciernes dentro de mi cráneo es muy importante, pero a veces no parece, porque me da la sensación de que las cosas siguen igual de estancadas que siempre. Sé que no es así, pero mi cerebro y mi corazón no se llevan bien. Y cometo el estúpido error de fallar siempre a favor del primero cuando la solución está con el segundo.

Algo voy a hacer, ya se me va a ocurrir algo... 

12 de octubre de 2011

De Color

Vamos a variar... Mas allá de aquellas ultimas entradas esta vez lo que escribo es una nota de color. Como bien estamos aprendiendo en el instituto de periodismo son aquellos escritos que se piensan de antemano, para tener de esta forma un complemento a la hora de escribir.
Esta vez sucedió todo en el gimnasio, lugar que frecuento para hacer una apertura a mi cabeza y ser una distracción cotidiana.
De repente me puse a hablar con un tipo haciendo bicicleta al inicio de mi rutina, y viendo los programas de chimentos en la tele que estaba enfrente nuestro dimos nuestra opinión muy positiva acerca de los atibutos de una de las mujeres que aparecía en tele. Y ahí fue que el tipo estallo, empezó a hablar como formula uno acerca de sus vivencias en boliches y demás experiencias con mujeres. Que fui acá... que conozco a tal famosa, hable con tal. De modo que si uno era un adolescente comun que cree todo lo que ve o escucha, decía... uhh este es un astro se las sabe todas jaja... Yo como comúnmente hago, no creo en todo lo que dicen y además mientras esta persona me hablaba, sacaba la ficha del tipo de persona que era. Pensé, este es el típico mitomano que habla de distintas proezas de las cuales solo el diez por ciento son reales, pero hay un problema, tiene mas de treinta uy uy uy.... O puede que no, capaz que gana en el boliche todo lo que dice ganar, pero por la pinta es de los que en la casa, no hace nada, manda la ropa al laverrap, por que en su puta vida toco un lavarropas y hace de la joda el cimiento de sus posibles alegrías. Para quienes la hayan visto, veía en esta persona una similitud con el personaje de Adrián Suar en la película "Igualita a mi".
Mas allá de esto, mi cara, mi pensamiento y mi habla se desarrollaban por separado. Sorprendido como quien se encuentra a alguien conocido despues de mucho tiempo, seguía con la charla para avanzar en mi pensamiento, y bien me salia porque el tipo entusiasmado contaba como vecino chuzma que lo agarró crónica para una entrevista.
Mi multiple choice social se fue llenando de tildes cuando empezó a decir. "Yo vengo al gimnasio, es lo mejor viste, te distraes, escuchas música... Te sentís en un boliche! Sino en casa... estoy aburrido, en la tele no hay nada, la computadora ya cansa y trabajo no tengo..." Acierto tras otro, sinceramente no se si supe disimular mi cara de sorpresa/felicidad cuando cada cosa que pensaba la acerté. El tipo se fue, ya que esto era lo ultimo en su rutina. (La bicicleta puede ser lo primero o lo ultimo en una rutina dependiendo de lo que se quiera) y yo recién empezaba la mía.
Saque dos conclusiones que me dejaron muy feliz, como alternativa tranquilamente puedo estudiar sociología y la segunda y muy conocida, que me aclaro gonza por enésima vez desde que me conoce y esto me vino genial, "No compres todo lo que te venden".

7 de octubre de 2011

Intermedio

Después de la tormenta aun no salio el sol, pero dentro de todo se puede decir que el clima se mantuvo nublado y deja aunque sea subsistir. Saque ciertas conclusiones de mi ultimo bajón de animo que sigue latente para golpear en algún otro momento.
Más allá de eso, debo decir que ya no creo mas en nadie y si bien eso suena un tanto chocante es lo que hasta el momento me hace sentir bien o al menos no pensar. 
Mi personalidad es propia del que actúa por convicción y a su vez para sacar una sonrisa de aquellas personas a quienes aprecia para lograr alegría y conformar así un "todo" de felicidad. El punto es que muchas de las veces todos la pasan bien menos yo e incluso a veces yo tengo aprecio por gente y el sentimiento no es reciproco o al menos no como quisiera. Es por eso que en este momento esa persona un tanto parca y fría (Se que no ERA así pero me transformo sin querer) es la forma en la que intento no salir lastimado otra vez, no siento ya el deseo de compenetrarme con las metas de nadie sin la concreción de los propias antes que por cierto, no tengo idea de cuando serán concretadas porque tengo el pensamiento, en este momento, que cualquier persona es mas competente que yo.
En una sociedad que no tiene sentimientos como tanto me he cansado de decir, no creo ser yo quien cambie esto y si bien no voy a actuar en complemento a lo que no me gusta, porque de ese modo seria un hipócrita que no respeta sus propios principios todo quedara en aislarme (en este aspecto) de modo que me afecte lo menos posible.