29 de septiembre de 2010

Caminando sobre arena

Tanto pensamiento narcotizador como dice la psicología, agota. Nunca me pasaba eso de cansarme de pensar, es lo que mejor hago. Pero es distinto pensar un tema escolar que pensar tu propia vida. Me han dicho numerosas veces que "es la edad". ¿Y de qué me sirve saber que es la edad? ¿Qué soluciona? NADA, YO SOY EL ÚNICO QUE PUEDE SOLUCIONAR SUS PROBLEMAS. En esto me siento solo, no le corresponde a nadie darme una mano. No quiero la pena o la piedad de la gente. Pero la veo difícil, me cuesta demasiado. Estoy complicado como preso por homicidio. Sí, ya sé que volverán esos días de boludeo cuando mire este posteo (o el anterior) y me diga "Dios mío, ¿tan grave estoy o exageré? Pero les aseguro que esta tristeza que tengo por mí mismo puede desaparecer temporalmente, pero todos los días SIGO DÁNDOME LÁSTIMA. Soy muy vueltero, dramático. Lo único que impulsa eso es el clásico y ya conocido MIEDO que me tiene las pelotas inflamadas. ¡ESTOY HARTO DE TENER MIEDO, DE SENTIRME UN PELOTUDO, INFERIOR POR ESO! Quisiera hacer TANTAS COSAS, tengo tanta imaginación, tantas ganas de tanto. Me estoy quedando con las ganas, y eso no se siente nada bien. Tengo 18 años, 18 años de sentir que nada de lo que hice me conforma, de un VACÍO LLENO DE ESTUPIDECES. Soy, evidentemente, incapaz de muchas más cosas de las que suponía, creía que era más fácil, que podía llegar más lejos. Nunca me imaginé desesperado. No tengo ganas de estudiar, eso ahora no me preocupa. Me tomo un impasse antes de tener que quemarme las pestañas, espero que al menos eso me haga sentir un poco menos inútil. Lo único sincero que tengo conmigo ahora es mi corazón, es lo único de mí que jamás me mintió. Estoy decepcionado de mí, no puedo definirlo de otra manera. Pensaba que era más hombre, o mejor dicho que podía demostrarlo mejor. No sé si merezco lo que tengo, porque Dios no cierra una puerta sin abrir una ventana. En ese caso, capaz que lo único que me queda es tirarme por la ventana, quizá lo haga mientras otros tienen la suerte de poder pasar por la puerta grande. No me conformo con chiquitas, y esta situación no mide más que unos centímetros, ODIO ESO. No sé, son demasiadas cosas y ninguna al mismo tiempo. Me olvidé de mí, por eso ahora estoy caminando en terreno peligroso, en arenas movedizas. Y bueno macho, ¡a bancársela como tantas otras!

P.D.: no van a leer ningún posteo depresivo mío por al menos unos días, espero que los próximos sean mejores, sino haré un debido silencio hasta que pueda pensar algo más.

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