14 de febrero de 2011

Guía para meterse San Valentín donde no nos llega la luz

Hoy, 14 de febrero, es para todo Occidente el día de San Valentín. Un santo católico (ya empezamos mal) cuya historia desconozco pero ni siquiera me interesa (si a vos sí consultá Wikipedia) porque la real historia que me interesa es la del origen de nuestra hermosa e inocente festividad: las lupercales. 

Las lupercales o lupercalias eran unas festividades romanas que se desarrollaban todos los 15 de febrero. En ellas, unos sacerdotes adolescentes llamados luperci , hijos de los mas poderosos nobles de la ciudad, sacrificaban un macho cabrío, animal impuro para ellos, y luego se manchaban con su sangre en la frente. Poco después fabricaban látigos artesanos con la piel del animal sacrificado, y se lanzaban a una loca carrera alrededor del monte Palatino golpeando con el improvisado látigo a cualquiera que se cruzara en su camino. Un gran número de mujeres jóvenes procuraban recibir los sagrados azotes de estos exaltados sacerdotes, exhibiendo su cuerpo y coqueteando alegremente con ellos… SIN PALABRAS. Ya imagino a una venerable anciana diciendo ¡OH, COMO ESTA HERMOSA FIESTA DERIVARÁ DE ESE SACRÍLEGO ACTO! Y mire señora (diría yo), esto es muy sencillo: nuestra (mejor dicho VUESTRA, porque mía las bolas) sagrada Iglesia Católica se encargó de purificar todas las festividades consideradas sacrílegas y bárbaras, y es así como convirtió las antiguas tradiciones culturales europeas en la actual muestra de cursilería y estupidez que son realmente. Porque tenemos un día de los enamorados, pero ¿por qué no hay un día del SEXO? ¿La gente no entiende que después de las miraditas dulces y los besos viene el polvo y el enchastre? ¿O acaso se quedan embobados en la parte acaramelada y de la mesa salada ni hablar?

Sí, sé que suena a discurso de alguien que está resentido en su soltería, pero conozco qué se siente esa estupidización, lo sé, lo he padecido y disfrutado, porque es algo que se disfruta supremamente, pero si conservás algo de cerebro no podés evitar sentirte simultáneamente un pelotudo.  Igualmente, seamos cruelmente francos: si amás a alguien, el hecho de que exista un día de los enamorados no tendría que hacer variar las cosas. ¿Entonces por qué carajo se ponen tan sentimentales justito hoy? Valdría decirles (mujeres u hombres, no importa, abundan los infradotados) "ok, hoy te atiendo pero mañana me olvidé de vos" para que te diga "¿pero no es que me amás siempre?" a lo que se responde "por eso mismo digo, es lunes y volví de escuchar al fascista de mi jefe, no me rompas las pelotas, mañana te vuelvo a querer, apreciar, amar, considerar, necesitar, etc...". 

Saben, creo que no se necesita ser muy romántico para apreciar las demostraciones de afecto o amor, pero circunscribirlas a una fecha del calendario me parece sencillamente nefasto, porque encasilla las cosas, no soluciona absolutamente nada. No ayuda a que las parejas se unan más, en realidad ayuda a mejorar el balance de febrero en los comercios. No nos engañemos más. De repente, en una sociedad que ha despreciado sistemáticamente al amor derribándolo bajo la estúpida lápida de CURSI y nos ha impulsado a todos a creer que después del amor viene el semen (únicamente), nos encontramos que sobran los corazoncitos, los ositos y los besitos, aunque eso sí, por el breve lapso de... ¿cuánto? ¡24 HORAS! ¡Pasa menos desapercibido un eclipse de luna que ESO! Por eso mismo, señoras y señores, les propongo que este lunes que estamos viviendo ignoremos esa bobada capitalista, pero eso sí: el martes mismo todos los que podais (en español antiguo suena más trascendente)  haced el amor, besad y amad como nunca antes. 
 
(Y nada de osos estúpidos, con un beso alcanza). 

Ah, me olvidaba, un tema para enamorarse un rato: Never Ending Road, por Loreena McKennitt .

1 comentario:

  1. Es genial lo que escribiste Gonza, es genial! jajaj. Coincido en cada punto.
    Fechas así son un producto más del capitalismo, que osito, florcitas, bombones.. (telos) y que se yo. Un favor para algunos comerciantes.
    ¿Hace falta esperar a que sea este día para llevar a tu pareja a cenar, pasar una noche divina, regalarle algo? No. Estoy a favor de aquellos que dicen que el día de los enamorados son todos (mientras estés enamorado).
    Pero bueno, para mi fue un día más. Había pensado en emborracharme toda la noche y vivir mi soltería pero no lo hice por dos cuestiones:
    1: al día siguiente me tenía que levantar a las 7 a.m, y calculo que no es nada lindo andar por Capital en plena mañana con una bella resaca.
    2: quedaría muy de soltera resentida, me puedo emborrachar cualquier otro día yo también.

    Un beso grande a ambos escritores de este blog que sigo siempre, y a ver cuando nos juntamos a filosofar.. con unas botellitas de por medio que ayuden.. jajajaja

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