23 de julio de 2012

Mezcla de huevos y corazón

Hace horas fue el día del amigo y me parece oportuno pensar un poco qué es la amistad. Personalmente para mí, en este momento de mi existencia, es fundamental. Qué bello será recordar que este presente es genial gracias a la amistad, y porqué no, saber que el futuro puede serlo también. He conocido mucha gente en mi vida, pero sólo a mis amigos he respetado con la disciplina que demandan el cariño y la admiración. Yo diría incluso, que es un privilegio saber que se cuenta con verdaderos amigos. Hay cortocircuitos, pero son hijos de la sinceridad, no de la mala voluntad ni la competencia, como suelo ver frecuentemente. Aún así, solamente cuento con poco más que (lo dedos de) una mano a quienes pongo dentro de ese selecto grupo. Ell@s lo saben, no necesito nombrar a nadie. ¿Sabés como distingo a los que se merecieron mi "feliz día" el viernes pasado? Recuerdo perfectamente a los que estuvieron cuando tenían que estar, o mejor dicho, cuando NECESITÉ QUE ESTUVIERAN. Porque nadie es indispensable para nadie y mucho menos es obligatorio que estén. Pero si los humanos tuviéramos la sabia costumbre de UNIR FUERZAS Y DARNOS ÁNIMO EN VEZ DE COMPETIR, este rincón de la galaxia sería mucho mejor. Entonces, quienes tenemos esa suerte, con los amigos unimos fuerzas para joder y para remar contra la corriente. Porque es muy fácil estar cuando el otro es exitoso, es admirado e idolatrado, cuando se va a bailar un sábado o a salir con el auto, pero hay que tener una muy ENVIDIABLE MEZCLA DE HUEVOS/OVARIOS Y CORAZÓN para estar en esas ocasiones de la existencia en que los humanos pensamos que TODO ES UNA REVERENDA MIERDA. Algunos sabemos que la soledad es un castigo muy cruel cuando se la pasa mal, y en esas ocasiones la amistad es una caricia necesaria. Entonces brindo por esos que se ponen las botas con uno y caminan sobre la mierda, no solamente sobre los campos de lavanda. Los que se empapan una madrugada de lluvia para volver a casa, los que te dijeron que eras un boludo cuando REALMENTE ERAS UN BOLUDO y después no importó, los que te dieron el pañuelo para que te sonaras los mocos y los que saben el nombre de la piba que te derretía en el secundario y nunca enfrentaste (sí, para vos que vas a leer esto), los que no compartieron uno sino cientos de Bariloche en verano y en invierno, y los que te dijeron "te tenemos fe" cuando vos no te la tenías.

Para ell@s, feliz día.

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