7 de noviembre de 2010

Otro gran finde

En esta noche de domingo es que doy fin a otro de los tantos fines de semana tan gratos de todos los que pase este año que lamentablemente no muy lejos esta de concluir. Muy variada fue la oferta,yendo de lado a otro viviendo una maratón en continuado de salidas y diversión tal como a mi me gustan incluso sin dejar de lado las obligaciones que hay que reconocer que con un verano que ya se viene cada vez,al menos por este año,se reducen mas.
Fueron dos noches de lo mas opuestas, pero el motivo de festejo y el ansia de joda se mantuvo intacto en las dos oportunidades.En la primera un ámbito al que no frecuento demasiado pero tengo que reconocer que cada vez crecen mas mis ganas de concurrir no porque sea fiel seguidor del rock,tiene mas que ver con una necesidad de cambio de aire y contexto que con el paso de el tiempo y los fines de semana deja de ser forzada para ya inclinarse mayoritariamente hacia las ganas y la voluntad de hacerlo. También por el cierto grado de admiración que me genera el hecho de que una persona como mi primo logre concretar eso que tanto desea y anhela siendo fiel a sus convicciones, sin importar lo que pueda pensar el de afuera sumado al complemento mas que valido de una familia que lo apoya plenamente para hacer mas llevadero y fácil el cumplimiento de sus metas concretando un logro merecido que aunque ya notorio,recién comienza.
La noche de sábado fue un cambio radical respecto a lo recién contado... es el ámbito con el cual mas me familiarizo otro de los tantos costados de la noche,la música movida, el humo, las luces, mujeres, amistades de ocasión etc.
Es esa situación tan inentendible pero placentera de joda desmedida que nunca queremos que se termine, que con el correr del tiempo va en un ascenso notorio, admirable, aunque muchas veces peligroso...todos sabemos...la verdad es que siempre de ese tipo de jodas me acuerdo mucho menos no se porque sera (Risas).
Pero nunca el recuerdo de una de esas noches es malo. Presenciando esos repentinos y fugaces encuentros tan criticados cuando nos pica el bichito de la responsabilidad pero que en definitiva a la gran mayoría nos gusta y participamos de ese circulo vicioso. Dejé el boliche, terminé otra noche, volví con ese colectivo (el tan conocido numero 2), contento por el finde que pasé admirando la llegada de un nuevo día que ya comenzaba, con un amanecer cada vez mas temprano cómplice de un calendario que corre y un gran verano que esta por venir.  

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