10 de octubre de 2012

Se hizo costumbre...

Parece que se ha hecho costumbre fingir. Bah, es algo más viejo que la humedad, pero últimamente lo estoy viendo seguido. Hace un par de semanas se me sugirió que escriba sobre una costumbre de muchas adolescentes que parece irse para arriba: el lesbianismo. Sí, así como lo lee, parece que las chicas están más liberadas de lo que uno imagina y se agarran entre ellas. Y mi reacción, lejos de la indignación y del prejuicio, es de alivio. ¿Porque? Porque hay que romper con los prejuicios como sea. La importancia de esto radica en que la discriminación costó millones de vidas, y no creamos falsamente que esas son cosas del pasado, vaya a Liniers sino. 

Además esas cosas se viven mejor si es con total libertad. Tenés absoluto derecho a decir que no a lo que no querés, y tenes absoluta obligación de respetar al que dice que sí, porque podés admitir que algún tema te molesta o no te va, pero si lo tuyo es el prejuicio entonces hacete cargo de que sos un ignorante. A mí me rompería las pelotas ver a mi novia con otra piba, es cierto, pero no porque sea otra piba sino porque es mi novia. Además con eso nosotros no podemos competir (sí, y me refiero a ahí abajo), son anatomías distintas. Pero sí podemos trabajar sobre nuestra cabeza, ahí no somos tan distintos o infranqueables. Y cierren el culo los que digan "ay te quiero ver en esa situación". Porque quien así piensa es prejuicioso, ignorante, machista, etcétera, las 24 horas del día, no solamente "en esa situación".

Ah, y esa no es costumbre actual, se hizo siempre. La diferencia radica en que antes esas cosas NO SE PUBLICABAN EN FACEBOOK. La costumbre actual es tirar la privacidad a la basura voluntariamente, cosa preocupante. Leía la semana pasada algunos escritos hechos en esa red social de parte de gente que conozco. Escribir cosas tan íntimas públicamente las banaliza, las tira al tacho de basura. No podés declarar tu amor a alguien en pleno muro, decíselo en la cara. Sé respetuoso de tu universo personal. Digo, sino parece que vivimos haciendo las cosas para el otro. ¿O harán las cosas para el otro en serio? Mmmmmmm...


1 comentario:

  1. Por descontado que no me atrevería a vetar las pasiones de nadie, pero no me parece acertado hacer bandera de las intimidades.
    Saludos

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