25 de agosto de 2012

Tratando de CREER

Siempre me refugié en los rincones, a veces insondables, de mi cabeza, con la esperanza de encontrar una respuesta afortunada a algunos golpes de la realidad. Es que a veces uno sencillamente se harta, y comienza a pensar que las cosas simplemente son así. Y punto. Pero CUÁNTAS GANAS DE ROMPER UN POCO ESE CRISTAL EN EL QUE UNO SE REFLEJA. Jamás pretendí, como siempre digo, que fuera sencillo o inmediato, pero a veces la desesperación gana la partida, uno trata de escaparle al pánico. Un día decidí que había llegado el momento de buscarle un "vale la pena" a todo esto, pero ¿DÓNDE ESTÁS CARAJO, QUE NO TE ENCUENTRO? Parecen divagaciones, lo sé, pero es tan real como doloroso. Durante tantos años fui una etiqueta para tantos miserables, lástima que dejaron una huella demasiado difícil de superar. Porque es jodido, saben, no ser un pelotudo cuando pensás diferente. Cuando hacés o has hecho siempre las cosas un poco diferente. Es jodido ser lisiado, ser bajo, ser "negro" o escuchar cumbia. También es jodido escuchar música clásica. Para mí esa fue la marca de mucho tiempo, una cuestión de estar JODIDO. Y me da mucha pena no poder retroceder el tiempo para hacer las cosas un poquito distintas, en especial en aquellos momentos en los que no me quedó nada. NADA. Vacío, pero lleno de rencor, de bronca, TODA PARA MÍ SOLO, ABSOLUTAMENTE PARA MÍ Y NADIE MÁS. Lo único que pude tener para mí y nadie más, bronca. Y ahí andan colgadas, en espera, casi COMO SI NUNCA FUERAN A LLEGAR, la paz, la locura, el placer, la lujuria, el optimismo...

Pero yo sigo tratando de creer que llegarán, porque en el fondo las conozco.

22 de agosto de 2012

El después

Bueno gente, que bueno volver. No son muchas las veces en las que tengo tiempo de escribir lo digo siempre. Pero queria darle a esta entrada el toque justo y espero lograrlo, como si estuviera hablando tranquilo en la radio tal como lo hago miercoles tras miercoles.
Vino un primo de mi papá de visita con el que me llevo muy bien, mediante este blog queria dar las gracias por todo lo bueno que sucedió en estos ultimos cuatro dias.
Mi familia se convulsiona ante la llegada de alguien importante, estoy conforme porque ante todo me mostre tal como soy... Santiago tiene buen humor, Santiago tuvo buen humor. Santiago es calentón, Santiago se mostró calentón. Me mostré como soy y no me quedó nada por decir ni por hacer. Todo esto aunque no lo parezca es muy valorable, ¿que bueno es cuando no queda nada en el tintero no? Estoy practicando eso muy a menudo. Aprendí a no ser careta gente, y me siento plenamente feliz. Te gusta bien y sino también digo lo que pienso. No tengo temor quedarme solo porque gracias a dios mi personalidad asi lo impide.  Pasé dias geniales, en los que desempolvé sensaciones que no tenia hace rato. Ese reir mas de lo que puedo llegar a hablar, actuar sin prejuicios, hablar sin ellos, sentirse querido y respetado.

Hoy en la radio, me han dicho una gran frase "No siempre te tienen que dar la palmada en la espalda diciendote que algo está bien" "De momento que no te dicen nada, es porque todo va bien. Las paredes oyen y las bocas son malas, las feas críticas son las primeras en llegar cuando algo está mal" A partir de esto puedo tomar dos caminos: Mis padres no me dicen nada para no interrumpir en su camino a un hijo al que ven bien. O simplemente... Tienen un hijo, no lo vén y la porcion de fritas vale mas.
Ni presté atención a esto en estos cuatro dias, pero la congoja vino a mi cuando todo termino cuando la mano saludo para despedir a quien ya tenia que embarcar y tuve que decir adios.
Volvi a casa, la pieza que compartí ya solo me tenia a mi, las risas tenian que volver al cajón. Me puse los auriculares y mi alma debia asentarse de vuelta a la realidad, papá volvio a gritar y volvia a mostrar esa personalidad amargada, Carajo, que poco duró. Me tiré en la cama y la presión en el pecho, las ganas de llorar eran fatales. El decir que lindo pasaje pero ya termino... Como explicarlo, me sentí como con esa sensación de lágrima como cuando habia que irse de lo de la abuela cuando era pequeño, como cuando sucede ese nudo triste de las peliculas de Disney en los que deciamos ¿Y ahora? Bueno así.
Pero lo bueno está. Alguien me entendió en todas y cada una de mis inquietudes, se hablaron todas mis incomodidades, me aconsejaron, esperaba el final de cada dia para charlar, me mostraron que voy bien y debo seguir así. Encontré una opinion bien fundada a la cual respeto mucho, y esas palabras calaron hondo y me dijieron Dale che, vas bién no te caigas. Comprendieron mi espiritu de lucha, lo dificil que es hacerlo desde nuestro pais, y me reconocieron con fundamentos que esta es una sociedad injusta, sin pantomimearme con esos discursos rosas que endulzan pero tienen poco de realidad.
Por todo eso... Loquito, Rofo, Boludo, Liciado, Con o sin diccionario. Hector ¡GRACIAS! Espero que vuelvas pronto.

6 de agosto de 2012

Que me vaya bonito

Este es mi último escrito con 19 años, y lo tomo como una ocasión especial. Porque no ha sido en vano este año, y pese a ello lo despido con cierta pena. Mi hermana (tan chiquita ella y pensando así) acostumbra decir que así es la vida, y quizá deba hacerle caso. Pero muchas respuestas no tengo para esto. Insisto, ha sido un año bastante provechoso, pero me pregunto (ah sí, siempre lo hago, a veces con una pequeña lágrima de compañera) si voy a poder llenar ese VACÍO que ya conozco de memoria, esa PATADA EN LAS PELOTAS Y EL PECHO. Me cuesta ver alrededor mío lo valioso de muchas cosas que tengo, y lo admito, QUÉ TONTO HE SIDO Y SOY. Me han dicho que lo importante es escribir cada uno una historia, linda o fea, pero propia. Y esta historia marcha, y marcha firme, porque YO TAMBIÉN TENGO UN SUEÑO. No planeo explayarme más aquí, quedará tiempo para charlarlo luego. Entonces, cuando pueda verme ahí, bajo unas sábanas, con una sonrisa AMPLIA Y SINCERA, voy a acordarme de donde partí y a darme cuenta que quizá piel con piel las heridas sí sanan. Porque quiero regalarme un día, ojalá próximo, un final feliz. Y que me vaya bonito a mí y a vos que leés también.