21 de abril de 2012

Gonzalo (oda narcisista)

. Gonzalo quiere decir algo ahora.
. Gonzalo no acostumbraba decir nada antes.
. Gonzalo la pasó bien anoche.
. Gonzalo está interesado en seguir pasándola bien otras noches (y días, por qué no).
. Gonzalo, pese a eso, siente que no disfruta su vida.
. Gonzalo sabe que esto último es mentira.
. Gonzalo querría poder volar libre.
. Gonzalo quiere la medalla Pour le Mérite, esa que para tenerla tenías que saber volar (metáfora, no se entrega desde 1918).
. Gonzalo está harto de no conocer algo mejor de sí mismo que su cabeza.
. Gonzalo sabe que tiene varias cosas mucho más interesantes que su cabeza.
. Gonzalo va a mandar a la mierda al que diga "che, este pibe sabe un montón".
. Gonzalo va a mandar a la mierda al que diga "che, este pibe sabe un montón" porque YA LO SÉ Y NO ME INTERESA, MUCHAS GRACIAS.
. Gonzalo, no obstante, no va a renegar de su sapiencia.
. Gonzalo, igualmente, tiene que dejar de renegar... de todo.
. Gonzalo tiene que dejar de renegar, en especial, de lo que siente y realmente necesita.
. Gonzalo necesita permitirse lo que necesita.
. Gonzalo tiene que dejar de creerse una mierda (a veces, no es permanente).
. Gonzalo pensó que hacía bien, pero hacía mal.
. Gonzalo perdió varios trenes.
. Gonzalo cree que está por perder otro tren.
. Gonzalo, si pierde el próximo tren, se va a sentir para la mierda (oh, BIENVENIDA LA LÓGICA A LA VIDA).
. Gonzalo tiene tiempo.
. Gonzalo no cree que tenga mucho tiempo.
. Gonzalo siente que tiene que apurarse.
. Gonzalo sabe que NO TIENE QUE APURARSE.
. Gonzalo se bancó demasiadas cositas.
. Gonzalo no quiere seguir bancándose cositas.
. Gonzalo sabe que despertó.
. Gonzalo no sabe EN QUÉ MEDIDA despertó.
. Gonzalo no quiere acostarse en la noche para llorar NUNCA MÁS.
. Gonzalo sabe lo que tiene que hacer para dejar de pasarla para la mierda.
. Gonzalo sabe que no es fácil empezar a hacer lo que tiene que hacer para dejar de pasarla para la mierda.
. Gonzalo comenzó (hace un tiempo) a hacer algo de todo lo que tiene que hacer para dejar de pasarla para la mierda.
. Gonzalo no tiene alternativa, ni quiere dársela.
. Gonzalo sabe que todo esto no es nada del otro mundo.
. Gonzalo siente que lo que quiere está reservado a los demás.
. Gonzalo sabe que SE MERECE LO QUE QUIERE.
. Gonzalo siente que no se lo merece.
. Gonzalo supone que sería más sencillo negar.
. Gonzalo piensa (todavía) que tiene que ser una máquina.
. Gonzalo ama y amó, si no se lo dijo a tiempo a ella es porque fue un nabo (al menos se lo dije).
. Gonzalo tiene por delante lo mejor de su vida.
. Gonzalo, justamente, quiere vivir.
. Gonzalo sabe que, cuando siente que preferiría bajarse del tren, es porque SE ALIENÓ.
. Gonzalo vive, como puede, pero vive.
. Gonzalo quiere vivir intensamente.
. Gonzalo quiere vivir feliz.

¿Che, no es muy narcisista esto? Y sí, pero en algún momento y lugar uno tiene que ser narcisista.

(Feliz cumple Nico, hace mucho que nos debíamos una charla a corazón abierto).

15 de abril de 2012

Todo pasa

La entrada de hoy la voy a dedicar a mi compañero del blog, porque lo he estado leyendo con ojo crítico los últimos días. Hacía bastante que no escribía nada, hasta que se compró (con mi asesoramiento) su nuevo equipo de computación y ya está de nuevo por estos lares. Pero no me sorprendió encontrar palabras tristes y desanimadas, porque últimamente ése es su ánimo. De hecho, si tengo algo que opinar al respecto no lo hago público por acá, pero cambio de estrategia porque no nos hemos visto, ¡es raro que te desaparezcas así che! Voy a ser breve de todas formas. En primer lugar, comprendo el malestar, supongo que con matices los jóvenes pasamos por cosas similares (es mejor no arriesgar nada, uno puede hallarse en esa misma situación mañana mismo). Pero no comparto todos los pensamientos, esas cavilaciones inútiles y pesimistas. Quizá te sean inevitables, pero no te sirven de nada. Lo más útil en vos mismo es la chispa que esos pensamientos te apagan, precisamente cuando más la necesitás. Y, te digo por experiencia propia, nunca esperes que los otros hagan por vos lo que vos querés hacer. NUNCA pretendas que los demás den el paso. A veces tenés la fortuna de que pase, pero cuando no pasa te querés pegar un tiro porque no hay nadie más a quien culpar, excepto a vos mismo. Y pensá que (esta vez) el título de la entrada no tiene connotaciones mafiosas.

¡FUERZA COMPAÑERO! ¡VENCEREMOS! (Muy chavista, pero no menos oportuno).

13 de abril de 2012

Nubes

Gente Rara... Así le puse al ficticio programa de televisión que había que realizar en el instituto donde estudio periodismo. Raro me siento yo. No voy a ser esquivo en mis sentimientos. Pensaba ayer, que hace ya un par de meses que no tengo un día enteramente feliz. Siempre sucede algo dispuesto a inclinar la balanza perjudicialmente en mis días. El amor tiene su parte de culpa, para no decir totalidad. Todo hecho que me rodea, un abrazo entre una pareja, un beso, una película, todo me perjudica. Al no encontrar respuestas y en un acto evidente de la vida cotidiana, uno empieza a intentar desmenuzar que es "lo que falla en casa" para encontrar respuestas. No voy a recaer caprichosamente en la frase "Es que no se me entiende" Pero es algo parecido créame, a mi parecer hago todo para generar calidez en otra persona, no vamos a entrar en detalles, esto se ve claramente, no lo estoy inventando ya que de ser así me encontraría en esta vida absolutamente solo. A partir de allí sucede lo que ya no depende de mí, nadie a quien me acerco es capaz de dar el paso hacia adelante por mí o al menos así lo veo. Es lo bueno de ser feo, quien se fije algún día en vos, no lo hace por interés sino porque simplemente te quiere.
Otra de las cosas que me preocupa. Estoy traicionando mi moral, mis principios, si se quiere llamar así. Esta bien... Una pelea con mi papa desencadeno que me quite muchas cosas, entre esas mi computadora personal, servicio de Internet y demás lo que derivo en casi un mes y medio sin hablarnos. No estoy arrepentido de mi orgullo, al menos en ESE tema puntual. Soy conciente que mi orgullo me dio mucho pero me saco mucho en mi vida también.
¿A que voy con todo esto? En este tiempo, me excuse en que debía juntar plata para comprar una nueva computadora, alcance mis metas tras dos meses. Hoy en día tengo mi nueva computadora y estoy muy feliz con ella. A lo que voy es que me sirvió como excusa, para evitar salir, para quedarme en mi casa y a la hora por ejemplo, de salir a un boliche decir que no. Para aislarme de una realidad que me afecta, resignando mi personalidad y espíritu de fiesta, feliz que quien me conoce sabe de qué estoy hablando. Traicionarme a mi mismo. Ser conciente de ello y no hacer nada al respecto. Ese es mi problema hoy en día, tristeza que si bien no es continua, cuando llega, me hace entrar a un laberinto del cual MEDIANTE HECHOS no puedo salir.

6 de abril de 2012

Volver

Tanto tiempo... Nada tiene que ver el titulo expuesto con el contenido del mismo. El volver a escribir aquí me hace muy feliz. La expresión pura de nuestra vida cotidiana, mas todavía cuando no tenemos donde canalizar lo que sentimos, es algo similar a encontrar un oasis en el desierto, en este caso, un desierto de respuestas.
De una expresión de la vida cotidiana sale esta entrada, de una cancha de fútbol mas precisamente. Pero no es de lo estrictamente deportivo lo que voy a hablar. Frecuentar la cancha de el equipo favorito de cada uno, es una felicidad incalculable para quien entiende la cuestión. Refugio semanal, para ganar una sonrisa o bien, ahondar la tristeza a causa de este amor deportivo. Mi pregunta es ¿Puede alguien frecuentar un estadio de fútbol, no sintiendo absolutamente nada de lo que acabo de decir? - Si, puede. ¿Porque? Fenómeno social de una adolescencia que todo lo quiere demostrar. Como bien sabemos, (no quiero parecerme a un informe victimoso del noticiero de Andino) Es una realidad, vivimos en un entorno violento en el cual todo parece la Ley de la selva y cualquier cosa (Cualquiera) parece ser valida, para figurar, llamar la atención. Lo que parece total y absolutamente vital.
Entonces el grueso adolescente piensa, Cancha: ¿Me gusta el fútbol? - Ehhh ¿QUE ME ESTAS DICIENDO, AMIGO? Argentina, Maradona, Messi.
Segunda Pregunta: ¿Hay quilombo? -Mas vale, Se cagan a las piñas, me hago el polenta y vamos a la barra vas a ver. (Tiene 12 años)
Tercera y ULTIMA: ¿Y hay droga, Marihuana, Cocaína? ¿Si? Entonces vamos, QUE ESTAMOS ESPERANDO.
Todo esto hace pensar, ¿Y el equipo? ¿Los sentimientos? Vaya y pase, búsquelos ahí andarán.
Para ellos es así. El hincha común no le parece gracioso, viene a ver al equipo, no a hacer uso del mismo para figurar socialmente, partido trascendental del campeonato y una pelea tras otra -Porque si, porque miro mal. ¿Tanta expectativa por figurar? Particularmente me dan pena. Hay que hacerse notar de otra forma, que se enoje quien quiera. Me parece un recurso de ignorante. Nadie viene, nadie conoce la existencia de nuestro equipo barrial cuando le va mal. ¿Y ahora? Todos formamos parte. Vendemos banderas en la puerta del estadio. Cuanta hipocresía.
Nada seria así, si no estuviera la existencia de quien festeja estos hechos. El que se droga, es un capo. ¿Viste como peleo? A mi también me da ganas de pelear, pero desde la bronca y la impotencia. El hecho de darse cuenta de esto por mi parte, saca luz de ventaja a mi favor. Pero no deja de molestar, y no me importa sonar como si tuviera 30 años como quien diría. Es la conclusión de una realidad que preocupa y me afecta en la medida de mis ambiciones futuras. De la que es complicado ser ajeno, sin pensar que uno pelea inutilmente día a día, contra un entorno tristemente monótono.